El Primer congreso nacional sobre el futuro del arquitecto tuvo lugar en el Colegio Oficial de Arquitectos de Granada los días 18 y 19 de marzo de 2011.
El congreso reunió a estudiantes, profesionales, y representantes de los órganos colegiales de toda España, relacionados con la Arquitectura. Igualmente pudo seguirse On-line y a través de las redes sociales.
Los participantes, los asistentes y la organización del congreso muestran su dolor y su más sincero pésame a la sociedad Japonesa. Ante el terremoto y posterior tsunami que el once de marzo sacudió su país, y dejó miles de muertos y desaparecidos. Transmitiéndoles sus esperanzas para que se sobrepongan a la tragedia.
CONCLUSIONES
Elaborar las conclusiones de un congreso tan plural es una tarea que se asume con humildad. El formato adoptado es el de un listado, una enumeración de conclusiones de todos los temas debatidos, que creemos son la contribución más importante que este congreso puede aportar al debate del futuro incierto del arquitecto.
Llamamos la atención sobre la necesidad de ligar la docencia a la actividad profesional. Los entes que velan por la profesión deben tener capacidad para intervenir en la configuración y desarrollo de los planes de estudios. Solo así aseguraremos la formación de buenos profesionales acorde con las necesidades sociales.
Consideramos que el arquitecto debe mantener su vocación social y de servicio a la sociedad. Basado en una formación generalista que no excluya la posibilidad de especializarse posteriormente, ampliando su formación en otros campos para poder responder a unas necesidades específicas desde una visión general.
La situación actual del título universitario de Grado en Arquitectura, por su carácter de transitorio, debe definirse definitivamente. Durante el congreso ha quedado demostrado que al igual que los estudios de Medicina, la formación del arquitecto tiene una finalidad de servicio a la sociedad. No existe por lo tanto ningún motivo para impedir a los arquitectos tener un título en igualdad de condiciones que el de los médicos.
Se ha puesto de manifiesto que la estructura actual de los colegios es mejorable en lo que afecta a la representatividad de todo el colectivo. Los propios colegios son conscientes de ello y han mostrado su actitud favorable a llevar a cabo los cambios necesarios. Concluimos que deben materializarse a la mayor brevedad favoreciendo ámbitos de comunicación del colectivo, mejorando así la representatividad de todos los profesionales.
Denunciamos las situaciones de abuso que sufren muchos arquitectos por parte de nuestros propios compañeros. Hacemos un llamamiento a los colegios y consejos de colegios a que se manifiesten y condenen, a través de una circular, estos comportamientos que atentan contra la profesión y no deben tolerarse.
Mostramos nuestra preocupación por los efectos que tiene para el ejercicio de la profesión el trabajar por debajo del costo real del proyecto. Reclamamos una regularización de honorarios mínimos que garanticen la calidad del proyecto. Exigimos al Tribunal de la competencia que haga cumplir la ley y no siga permitiendo una realidad que impide un normal desarrollo de la actividad profesional.
Exigimos igualdad de oportunidades frente a los concursos profesionales. No podemos permitir que se consolide una situación que impide la promoción de jóvenes arquitectos.
Finalmente, nos hacemos cargo de la gravedad de las consecuencias de una ley de servicios profesionales que desregularice el ejercicio de la profesión de arquitecto. Debemos frenar este nuevo intento por convertir al arquitecto en un agente al servicio del mercado y la economía, desvirtuando su verdadero sentido y responsabilidad.
Ante esta situación, MANIFESTAMOS:
La Exigencia de recuperar nuestro título único integrado y habilitante, con una formación generalista de nivel académico pre doctoral.
Exigimos que se mantengan la denominación de ARQUITECTO en los futuros titulados.
Rechazamos de frente el proyecto político de convertirnos en mercaderes. La Arquitectura no es un negocio, el arquitecto no está formado para comerciar, no es un mercader, no tiene "moral de mercado", sino una estricta ética profesional.
Somos ARQUITECTOS, y por ello hombres de cultura, somos profesionales liberales y por tanto amantes de la libre Competitividad. Pero competitividad por la Calidad y por la Arquitectura como expresión cultural. Valores, ambos, irrenunciables. No negociables.
Es por ello que anunciamos de que informaremos a todo el colectivo ante tan grave panorama; y que responderemos unidos y masivamente frente a cualquier reforma que nuevamente ataque nuestra faceta de servicio a la sociedad.
La Comisión organizadora del congreso.